La IA y los contratos inteligentes permiten reducir en un 30% los costes de las inversiones inmobiliarias

La irrupción de la tecnología blockchain está cambiando las reglas del juego en las inversiones inmobiliarias, una transformación donde la llegada de los contratos inteligentes y la implementación de la inteligencia artificial permiten reducir la dependencia de intermediarios y automatizar tareas como distribución de rentas, actualizaciones de posiciones, pagos y reporting, sin eliminar por completo la intervención de notarios, bancos o abogados, como ocurre hoy en España.

Según un estudio de la consultora Deloitte, el mercado de bienes raíces tokenizados crecerá desde los 300.000 millones de euros actuales hasta 4.000.000 millones de euros en 2035. Esta proyección, que supone una tasa de expansión anual compuesta del 27 %, señala una clara tendencia hacia la digitalización de los activos inmobiliarios, que podría transformar las barreras tradicionales de entrada y las estructuras de coste del sector.

Los contratos inteligentes (smart contracts), que se ejecutan de forma automática en una blockchain sin necesidad de intermediarios, constituyen la piedra angular de esta evolución. Gracias a su implementación, es posible acelerar en gran medida los procesos burocráticos y permitir una automatización progresiva en compraventa, alquiler, financiación o registro, agilizando plazos y minimizando errores humanos, detalla Decaux.

Costes más bajos

Según un estudio de la compañía Antier Solutions, desarrolladora de tecnología blockchain, la inteligencia artificial permite reducir un 30% los costes de las inversiones inmobiliarias. Más concretamente, su integración en la programación de contratos inteligentes permite desarrollar algoritmos capaces de interpretar cláusulas, verificar condiciones en tiempo real, predecir riesgos o activar condiciones contractuales de forma autónoma.

Asimismo, la incorporación de la inteligencia artificial en estos contratos no solo reduce los errores técnicos, “sino que disminuye significativamente las posibilidades de litigios, cuyas consecuencias financieras pueden ser muy grandes cuando se trata de operaciones de gran volumen”, indica el CEO de Equito.

Menos gastos legales y contra el fraude

Otro aspecto relevante es la prevención del fraude. La combinación de inteligencia artificial y contratos inteligentes permite detectar patrones anómalos, transacciones sospechosas y comportamientos atípicos antes de que se produzcan pérdidas significativas en una operación de inversión. Estos sistemas automatizados analizan grandes volúmenes de datos en tiempo real, dificultando la manipulación de información o la suplantación de identidad. 

Un enfoque preventivo del fraude, facilitado por estas tecnologías, puede reducir los gastos y pérdidas relacionados con actividades fraudulentas en aproximadamente un 25 %, generando un valor añadido a largo plazo tanto para inversores como para gestores de activo.

Por otra parte, el uso de modelos de IA para analizar documentos legales, verificar la titularidad de propiedades, evaluar riesgos ambientales o detectar inconsistencias documentales acelera los pasos de las etapas legales y reduce los honorarios asociados a equipos jurídicos o consultores externos. 

En términos concretos, la implementación de estas tecnologías puede reducir hasta en un 50% los honorarios legales, indica el mismo estudio de Antier Solutions.

Contratos más rápidos y económicos

Un factor clave en la reducción de costes es la capacidad de los contratos inteligentes para ejecutar operaciones sin necesidad de validación externa. Al no ser necesarios los intermediarios tradicionales, los tiempos de transacción se reducen de semanas a cuestión de horas. Esta aceleración también repercute directamente en los costes operativos, al disminuir la necesidad de recursos humanos y financieros para supervisar cada etapa del proceso.

No obstante, la eficiencia económica de estos mecanismos no es solo una cuestión de velocidad. Un informe de EY señala que la programación inteligente de los contratos permite una mayor trazabilidad de las operaciones y la posibilidad de que sean auditable en tiempo real, lo cual mejora el cumplimiento normativo y reduce los costes vinculados al riesgo regulatorio.  

Los beneficios económicos de este enfoque son especialmente significativos en un sector como el inmobiliario, donde los costes transaccionales pueden oscilar entre el 5 % y el 10 % del valor total de la operación. “Reducir estos porcentajes mediante estas tecnologías supone una ventaja competitiva clave para promotores, fondos de inversión y plataformas tecnológicas especializadas”, detalla Decaux.

A pesar de estos avances, el sector aún enfrenta retos para una adopción generalizada de esta tecnología. Según datos recogidos por la plataforma Primior, el 83% de las operaciones inmobiliarias a nivel global siguen sin utilizar contratos inteligentes, en gran parte por la falta de estándares regulatorios claros y por la escasa interoperabilidad entre plataformas. Sin embargo, “estos obstáculos se irán reduciendo conforme se consolide la infraestructura de inversiones inmobiliarias basada en activos tokenizados”, asegura el CEO de Equito.

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