EFE. Madrid. 11/10/2013
El 48 por ciento de los españoles sólo puede afrontar en 2012 los gastos relacionados con la vivienda, comida y productos básicos, y el 42 por ciento se permitió algún capricho, mientras que el 10 por ciento gastó abiertamente sin preocuparle la situación económica.
Estos datos se desprenden de un estudio realizado por Nielsen sobre el «Impacto de la inflación en el comportamiento del consumidor» realizado a más de 29.000 consumidores en 58 países entre febrero y marzo de 2013.
Los datos españoles, según el informe, son similares a los del conjunto de la UE, donde el ratio de ciudadanos que sólo pueden afrontar gastos en vivienda, ropa y alimentación asciende al 52 por ciento .
Además, en los países europeos donde, teóricamente, la coyuntura macroeconómica es mejor como Francia y Alemania, el porcentaje de ciudadanos que sólo puede permitirse el gasto básico es sensiblemente mayor al español, al situarse en el 63 por ciento y 59 por ciento, respectivamente.
El 71 por ciento de los españoles encuestados no puede hacer frente a una subida de precios en los alimentos sin descuidar otras partidas del presupuesto familiar, porcentaje que sube al 76 por ciento en el caso de los franceses; al 87 por ciento, en el de los griegos, y disminuye en el de los italianos (65 por ciento) y alemanes (57 por ciento).
Preguntados por un eventual incremento de los precios de los alimentos, los españoles optan por quitarse las cenas fuera de casa (66 por ciento), la compra de ropa y accesorios (58 por ciento) o actividades de entretenimiento (44 por ciento).