En 2023 el impago ha seguido siendo un fenómeno presente en nuestro país, donde los inquilinos dejaron a deber a sus arrendadores 7.608,34 euros de media. Esta cantidad supone un incremento de un 0,85% por encima de la deuda contraída el año anterior. “ Muchas familias gastaron sus ahorros en los últimos años debido a la pandemia y al aumento de precios derivado de la guerra de Ucrania y ahora tienen dificultades para hacer frente a cualquier gasto imprevisto”, explica Sergio Cardona, responsable de estudios de la Fundación.
Los territorios con mayores y menores deudas
Así como la incidencia de la morosidad se distribuye de forma heterogénea en nuestro país, también encontramos diferencias en las cuantías adeudadas en función del territorio: por encima de la media nacional se encuentran los siguientes: Cataluña (10.425 euros), Madrid (9.550 euros), Baleares (9.663 euros) y País Vasco (7.939 euros). Mientras que, en el lado contrario de la gráfica, destacan otros mercados donde el porcentaje de viviendas sobre el total del parque inmobiliario es menor. Estos son: Extremadura (3.306 euros), La Rioja (3.801 euros), Castilla y León (4.069 euros).
El aumento de la morosidad roza el 1%, lastrada por la escasez de oferta de alquiler en España
Los impagos mantuvieron la tendencia al alza con un incremento en torno al 1% de media en España. Es importante matizar que si esta cifra parece discreta es porque el número de vivienda disponible en alquiler se ha reducido drásticamente en el último año. Por lo tanto, en términos relativos la morosidad continúa siendo considerable en función de las viviendas alquiladas existentes.
Se trata de un alza generalizada en la mayoría de los territorios, aunque dispar: Murcia es la comunidad autónoma que más ha sufrido los efectos de esta situación, con un aumento de la morosidad del 3,83%. Tras esta región, destacan la Comunidad Valenciana con un incremento del 3,03% y Galicia con un 2,77%.
Por otro lado, este año nos encontramos con algunos territorios con incrementos en negativo: Ceuta (-0,43%), La Rioja (-0,51%) y Madrid (-0,64). En el caso de la capital, los altos índices de morosidad de los que se partía han hecho posible que, ante un descenso en el número de viviendas alquiladas, podamos registrar un descenso del impago en términos absolutos. No obstante, sigue siendo uno de los territorios donde mayores deudas se registran.
Un Estudio de la Fundación Alquiler Seguro
Estos datos se han obtenido gracias al Estudio sobre Morosidad en Arrendamientos Urbanos en España en 2023 realizado por la Fundación Alquiler Seguro. Se trata de una radiografía que muestra el impacto del contexto económico en la solvencia de las familias españolas, tras arrastrar nuestro país los efectos de un marcado período inflacionario. Una situación que precipitó a muchos arrendatarios hacia fuertes dificultades para hacer frente al pago del alquiler. Si bien la inflación se ha moderado y el contexto general ha mejorado, las deudas de estos inquilinos se han ido acumulando. Podrás encontrar el estudio completo aquí.
Tras un período anterior inflacionario, en 2023 hemos comenzado a observar una moderación en los precios, debido al impacto de las políticas monetarias restrictivas del BCE y el riesgo de recesión global. Sin embargo, a pesar de estas perspectivas la capacidad de pago de los ciudadanos continúa comprometida a causa de las deudas contraídas en el pasado, por lo que desde la Fundación Alquiler Seguro se prevé que seguirán encontrando dificultades para pagar las rentas de sus alquileres en el corto plazo.