El mercado inmobiliario ha registrado un alto dinamismo tanto para la compra como para el alquiler de residencias. Tras dejar atrás las crisis del coronavirus y mostrando un comportamiento resiliente en un contexto de inflación y guerra en Europa, el real estate español finaliza el verano con cifras positivas, alto interés inversor y una actividad notable en lo que a operaciones se refiere.
En este sentido, Inviertis, plataforma tecnológica de inversión inmobiliaria, asegura que las zonas costeras del país tienen todavía mucho recorrido y para el inversor las rentabilidades del alquiler son atractivas, llegando al 8% de rentabilidad bruta anual, lo que a su vez ha provocado una evolución al alza de la demanda. Más allá del inversor nacional, que ha seguido siendo protagonista, alemanes, británicos, franceses, belgas e italianos lideran la lista de inversores con mayor peso sobre el total, mientras que estadounidenses y chinos han moderado su interés por España tras años de mucha actividad.
Las previsiones de Inviertis en el corto y medio plazo son positivas tras una temporada estival «intensa». De hecho, la compañía subraya que existe mucha liquidez en el segmento inversor que no encuentra salida en otros productos, razón por la que el ladrillo sigue captando a inversores que buscan un valor refugio en la adquisición de activos inmobiliarios. “La venta de viviendas en las zonas costeras se mantendrá en el medio plazo y ha aumentado alrededor de un 5% durante este verano”, indica Rebeca Pérez, CEO y fundadora de Inviertis.
El mercado inmobiliario de costa: caro para el particular, interesante para el inversor
Según el análisis sectorial de Inviertis, en los mercados ubicados en las zonas de costa del país el interés inversor «no se ha visto afectado ni por el aumento de los precios y de la demanda ni por la subida drástica de los tipos de interés”. Y es que el gran volumen de liquidez que hay en el mercado provoca que la mayoría de las operaciones realizadas por inversores se hayan realizado al contado para agilizar la transacción, por lo que es el particular el que recurre a la financiación hipotecaria, encarecida debido a la inflación, para llevar a cabo su compra.
Por zonas, la Costa del Sol (Andalucía), la Costa Brava (Catalunya), la Costa Cálida (Región de Murcia), Baleares y Canarias destacan como las que mayor volumen de inversores han conseguido atraer, lo que tiene un claro impacto en sus mercados de obra nueva y en la evolución de los precios de compra y alquiler de residencias.