Nuevo informe estadístico en materia de vivienda ofrecido por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El organismo aporta datos las hipotecas sobre vivienda registradas en el mes de septiembre en España, mes en el que el número de hipotecas sobre viviendas inscritas fue de 31.054, un 29,6% menos en tasa anual.
Desde el Consejo General de los Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de España se considera que “estas cifras son un claro reflejo del momento que vivimos y de la caída de la demanda para la compra de viviendas debido al encarecimiento de la vida y de la financiación hipotecaria, así como al escenario de incertidumbre a nivel mundial”.
“Los efectos de la inflación y de los conflictos bélicos internacionales siguen siendo muy notables y dificultan la toma de decisiones económicas por parte de las familias. En España, el contexto político convulso generado en torno a la investidura de Pedro Sánchez y la inseguridad jurídica generada por la Ley de Vivienda han provocado mucha desconfianza hacia un mercado de la vivienda cuyas previsiones para este año ya eran a la baja”.
El organismo entra en materia: “Las comunidades con mayor número de hipotecas constituidas sobre viviendas en septiembre fueron Andalucía (5.900), la Comunidad de Madrid (5.854) y Catalunya (5.291) por su mayor masa demográfica y unos precios más elevados. De hecho, en los tres casos se han registrado caídas interanuales en el número de hipotecas por encima del 25%. Además, el tipo de interés medio en las nuevas hipotecas sobre viviendas sube más de un punto respecto al año anterior, hasta el 3,26%. Es decir, que se firman menos hipotecas y más caras, una situación que no parece que vaya a revertirse en los próximos meses debido a las políticas monetarias impulsadas desde el Banco Central Europeo (BCE)”.
Por otra parte, el Consejo General destaca que “como ya ocurriera con la pandemia del coronavirus, el dinero es miedoso y el contexto actual está muy marcado por grandes interrogantes a futuro”. La organización añade que “más allá de factores políticos y macroeconómicos, la sociedad ya es muy consciente de que la tecnología va a cambiar nuestra forma de vivir para siempre, y los inversores diversifican cada día más sus inversiones hacia segmentos que hace apenas unos años ni siquiera existían”.