Con la irrupción de la pandemia, la ‘España Vacía’ parecía estar de moda. Con los confinamientos estrictos, el teletrabajo y las restricciones fronterizas, las personas volvieron a mirar al campo y zonas rurales, priorizando el aire libre y las casas espaciosas a la localización de las mismas. Esta tendencia, sin embargo, parece haber dado un giro de 180 grados en los últimos meses.
“El coronavirus lo cambió todo, incluidas las preferencias de vivienda de las personas. Estas buscaron establecer su hogar en zonas rurales, por el teletrabajo y para evitar masificaciones. Pero ahora, con la vuelta a las oficinas, la gran ciudad vuelve a tomar fuerza hasta el punto de que podemos afirmar que la ‘España Vacía’ vuelve a vaciarse”, detalla Ferran Font, director de Estudios y portavoz de pisos.com.
En los primeros meses de la pandemia, allá por 2020, afloró con fuerza esta tendencia. Los compradores buscaban otro tipo de entorno y de vivienda y, gracias a un cierto nivel de ahorro forzoso, decidieron optar por un cambio. “Todo esto”, continúa el experto, “se fue reduciendo con el paso de los meses y la consiguiente vuelta a la normalidad, llegando el punto de que la localización vuelve a ser uno de los principales factores que tienen en cuenta familias y particulares a la hora de adquirir una vivienda”.
A día de hoy, todavía sigue habiendo un cierto interés en comprar casas lejos de los principales núcleos urbanos, pero más con pensamiento de una segunda residencia o una oportunidad de inversión, pese al ligero repunte en el nivel de precios motivado por la acumulación de la oferta.
El desafío de la repoblación
“Para 2022 hay una tendencia clara de buscar vivienda en grandes ciudades, que se impondrá por completo a las casas de tipo unifamiliar en otros entornos, que poco a poco van perdiendo fuelle respecto al año anterior. Las ciudades, históricamente, han sido los pilares fundamentales para el sector inmobiliario, en especial en el aspecto de la vivienda por las ofertas laborales y de ocio. Ahora, en 2022, volverán a serlo más que nunca”, afirma Font.
Ante una población cada vez más envejecida, los ayuntamientos de las zonas rurales y de interior aspiran a repoblar los municipios para reactivar la economía. Una tarea que, a priori, luce complicada.
Provincias como Zamora, Teruel o Cáceres, todas parte de la ‘España Vacía’, registraron en la segunda mitad del 2021 variaciones de precios interanuales mucho menores que las medias de sus comunidades autónomas: “A todas aquellas personas interesadas en vivienda rural se les recomienda analizar bien el nivel de precios y la evolución de los mismos, de modo que puedan aprovechar al máximo las ofertas de cada mercado”.
Una de las claves para estimular esta tendencia y evitar un nuevo éxodo rural es el Plan Estatal de Acceso a la Vivienda 2022-2025. Aprobado el pasado mes de enero por el Consejo de Ministros, esta ayuda se traducirá en subvenciones de hasta 10.800 euros para menores de 35 años que estén interesados en adquirir viviendas en localidades con menos de 10.000 habitantes. La subvención estará limitada al 20% del precio total de la operación -que no podrá exceder los 120.000 euros- y a aquellas personas que cuenten con una renta anual igual o inferior a tres veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem), es decir, 24.318 euros anuales.