Como ya hemos visto y sufrido, el control del mercado del alquiler conlleva una reducción de la oferta que produce el efecto contrario al deseado en los precios. Y genera un tapón que tensiona aún más la relación entre oferta y demanda. Por mucho que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, insista en que “el control de precios funciona”, como decía este lunes en la clausura del foro «Vivienda. Quinto pilar del estado de bienestar», en el que han anunciado una docena de medidas en materia de vivienda.
Sin embargo, el Gobierno, que repite incesante el mismo mantra, parece virar de dirección cuando habla de incentivos fiscales. Sánchez ha anunciado una reducción del 100% del IRPF para aquellos propietarios que pongan sus viviendas en alquiler conforme a los precios conforme al Índice de Precios de Referencia. Algo que, por cierto, no ha gustado especialmente a sus socios de SUMAR en el Gobierno.
Mientras se escribe la letra pequeña y los detalles de este anuncio, sabemos que la idea es que este beneficio fiscal sólo se aplique a los propietarios que bajen el precio de su alquiler un mínimo de un 5%. No obstante, podría ser al fin una medida efectiva que anime a los propietarios a bajar las rentas. Y que, sumada a una mayor protección, – también anunciada, aunque sin mayor concreción-, podría aumentar la oferta de vivienda en alquiler rebajando la tensión de este mercado.
Son valoraciones basadas en el anuncio inconcreto de medidas, pero que se refieren a actuaciones que pueden tener un efecto inmediato mientras se construye vivienda pública o se organiza la anunciada Empresa de Vivienda Pública. Y esta vez, al menos, parecen responder a las voces del sector que desde hace meses reclamaban, entre otras cuestiones, nuevos estímulos fiscales y esperamos que también mayor seguridad jurídica.
Toca ahora esperar a la letra pequeña y a la decisión del Congreso para conocer en profundidad cuál puede ser el alcance y repercusión real de lo anunciado.
