Los jóvenes españoles se emancipan más tarde y de alquiler

Los jóvenes afrontan una situación muy diferente a la de sus abuelos. La brecha generacional refleja importantes diferencias en cuanto a percepción, deseos o necesidades en materia de vivienda. Todo ello acompañado por una oferta escasa con unos precios disparados. Así lo refleja el último informe generacional de pisos.com “Cuatro generaciones, una vivienda”.

El estudio divide la población en cuatro grandes grupos: Generación Z (18-27 años), Millenials (28-43 años), Generación X (44 – 59 años) y Boomers (60-78 años).

Cambios demográficos

La mayoría (58%) de los jóvenes de la Generación Z aún no se ha emancipado de la casa familiar y, de los que lo han hecho, un 7% cuenta con hipoteca y vivienda en propiedad, mientras que el 35% restante vive de alquiler. En el lado apuesto, solo el 12% de los más mayores vive de alquiler, y hasta el 9% lo hace sin necesidad de compartir. Asimismo, el 15% de la Generación X y hasta uno de cada tres Millennials apuesta por el arrendamiento.

Esta situación se achaca a la falta de ingresos o a un salario bajo, aunque no es el único motivo. “Para los más jóvenes, comprar una casa ha pasado de ser un sueño a una utopía. No vivirán como sus abuelos. Pero la cuestión no es que no puedan, es que quizá no quieran habitar la misma casa toda la vida”, señala, el director de Estudios de pisos.com, Ferran Font.

Sin duda, los más jóvenes encuentran mayores dificultades a la hora de adquirir una vivienda. El experto señala como principal condicionante el deterioro del poder adquisitivo por la brecha entre salarios y precios de vivienda. Sin embargo, también revela que“cada vez son más los que no quieren limitar sus opciones de ocio por un compromiso de varias décadas con un banco”.

Por otro lado, la opción de invertir en una segunda residencia en la costa, ya no es un atractivo para ellos como lo es aún para los Boomers. “Antes con 40 o 45 ya tenías pagada la hipoteca y te podías permitir otras inversiones. Esto no va a poder ser posible porque esos recursos hoy estarían destinados a la primera vivienda. Y también hay un cambio cultural. Pensar en ir siempre al mismo sitio no es el modelo de vacaciones de los jóvenes”, destaca el demógrafo José Antonio Módenes, profesor titular del departamento de geografía de la Universitat de Barcelona e Investigador Asociado del Centre d’Estudis Demogràfics.

Prioridades en la búsqueda de vivienda

A la hora de ordenar las prioridades para buscar inmuebles, el factor más determinante es el precio (48%), seguido de la ubicación (37%). Esta tendencia se repite en todas las generaciones, excepto en la Generación X, que coloca un poco más arriba la localización (43%) frente al precio (42%).

Los boomers están más dispuestos que la generación Z a reformar su vivienda. “Quizá porque viven en viviendas más antiguas y, a medida que avanza la edad, buscan más confort. Y lo que determina si alguien está más dispuesto a la reforma es la capacidad económica”, destaca Font. También el teletrabajo ha pasado a ocupar un espacio de la vivienda a raíz de la irrupción del COVID. Ha pasado de representar el 12% antes de la pandemia a un 31% en estos momentos. De ellos, los más mayores son los que menos valoran la posibilidad de disponer de un espacio para dedicar al teletrabajo, ya que el número de Boomers que trabajan en remoto es reducido (17%), por cuestiones de edad y la naturaleza de sus empleos. 

Cambio climático

La preocupación por vivir en una casa alineada con la lucha contra el cambio climático ha empezado a calar en la sociedad: el 71% de los encuestados estaría dispuesto a gastar un poco más en una vivienda con alta calificación energética. El grupo poblacional más predispuesto es el la Generación X (76%). Y el 79% de los encuestados reconoce que no se compraría una casa en primera línea de playa ante el aumento del nivel del mar. Porcentaje que aumenta hasta el 80% en el caso de los más jóvenes y al 81% para la Generación X.  

Los más jóvenes también son más partidarios de vivir en el norte para combatir la subida de las temperaturas frente a los Boomers, que son menos partidarios de esta opción.

Escasez de oferta

La vivienda sigue siendo un valor refugio para un 65% de los encuestados. Y de ellos los Boomers son los que están más de acuerdo con esta afirmación.

Prácticamente todos (85%) coinciden en que los alquileres van a seguir disparados debido a la escasez y la alta demanda.Aunque pocos conocen el alcance de la nueva ley de vivienda ni de cómo les puede estar afectando.

La oferta escasea y la colaboración de las administraciones se hace imprescindible para ajustar el mercado. “Parece que las administraciones públicas ponen sobre la mesa la promesa de construcción de vivienda pública, que es algo positivo. Sin embargo, este problema no es sólo nuestro, es algo sistémico. Hay que pensar en cómo ayudar en el corto o largo plazo y al margen del color político”, sentencia Font.

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