Cuando quedan apenas unos días para el final del primer semestre del 2023, la principal plataforma tecnológica para la inversión inmobiliaria, Inviertis, hace público su balance sectorial de la primera mitad del año. En este sentido, la compañía pone el foco en que, en términos generales, el inversor medio ha estado “algo disperso durante la primera mitad del año por la inestabilidad jurídica generada por la aprobación de Ley de la Vivienda”.
No obstante, tras los resultados electorales del pasado 28 de mayo, en algunas de las regiones con los mercados inmobiliarios más dinámicos del país se ha vuelto a despertar el interés por la inversión en vivienda. Inviertis hace un análisis positivo de este “lógico” cambio de tendencia al considerar que “los inversores han visto que es probable que la nueva ley no se acabe aplicando en su totalidad en varios de los principales mercados del territorio nacional”.
El perfil tipo del inversor medio es eminentemente nacional, aunque en el primer semestre del año en curso se ha producido un incremento notable de la llegada de inversores extranjeros a España, especialmente de origen latinoamericano. Además, el inversor inmobiliario que cierra este tipo de operaciones acostumbra a tener experiencia en el sector y ya cuenta con algún inmueble en cartera.
Rebeca Pérez, CEO y fundadora de Inviertis, subraya que “en los últimos meses se ha notado un aumento de las transacciones sin necesidad de financiación hipotecaria”. Y es que, tal y como afirma la experta, “la subida drástica de los tipos de interésha llevado al inversor a ajustar su presupuesto de compra y evitar así la necesidad de financiarse en un momento de encarecimiento generalizado de las hipotecas”.
¿Qué buscan los inversores en estos momentos?
Cabe distinguir entre zonas urbanas residenciales y zonas principalmente turísticas. En el primer campo, la mayoría de los inversores en España buscan activos residenciales en grandes ciudades con demanda estable como Madrid y Zaragoza y sus respectivas áreas metropolitanas. Esperan rentabilidades en torno al 5% y un precio de adquisición ajustado, por debajo de los 200.000 euros. Es decir, buscan oportunidades a precios competitivos y en zonas con suficiente demanda como para obtener una rentabilidad segura al poner en alquiler la vivienda y evitar periodos en los que el inmueble permanezca vacío por falta de inquilinos.
Por otra parte, provincias costeras como Alicante, Málaga, Murcia y Valencia también han registrado un auge exponencial del interés inversor en los meses previos al inicio de la temporada estival. Los objetivos de rentabilidad y criterios de búsqueda y selección de inmuebles por parte del inversor son los mismos, lo que cambia es el perfil del arrendatario. Se buscan inmuebles con licencias de uso turístico y, en muchos casos, operar con contratos de arrendamiento vacacional o de temporada.