Los sectores inmobiliario y tecnológico tienen un gran peso en la economía del país, representando el 30% del PIB (20% y 10%, respectivamente), por lo que juegan un papel clave en la salida de la crisis y en dar solución a las problemáticas y retos a los que se enfrenta en estos momentos el mercado inmobiliario residencial español.
“El vaivén legislativo, el encarecimiento de la vida y de la financiación y la falta de oferta configuran un entorno económico que no favorece al crecimiento del sector inmobiliario. La transformación digital de la industria inmobiliaria será fundamental para dar a oferta y demanda lo que necesita en estos momentos. Y es por eso por lo que las empresas del sector son cada día más importantes para que las familias puedan acceder al mercado de la vivienda de una forma segura, rápida y transparente, alejada del caos jurídico que se ha instalado en el país”, afirman desde la consultora ENLACE, especializada en conectar la tecnología y la innovación con el mundo inmobiliario y financiero.
En este sentido, desde la compañía se destaca que el crecimiento del sector tecnológico inmobiliario, conocido como Proptech, es la llave para la salida de la crisis, tanto por la aportación del mercado de la vivienda al PIB nacional como porque permitirá “desencallar muchas operaciones inmobiliarias que ahora mismo están paralizadas por la situación económica y legislativa”. Además, añaden que “la inversión en este cambio de paradigma y de modelo de negocio de las empresas del sector otorgará mucha seguridad tanto a los propietarios de inmuebles como a los compradores o arrendatarios a la hora de tomar decisiones y cerrar transacciones”.
España, una potencia mundial en Proptech
En este contexto de auge exponencial del segmento Proptech, España se ha convertido en una potencia mundial en el sector Proptech. Así pues, según el barómetro ‘Proptech Global Trends 2022’, el país ocupa la novena posición en el ranking por número de inversores en el periodo 2021-22. Se registraron un total de 47 inversores en operaciones públicas mediante rondas de inversión por parte de fondos o Business Angels. El top-10 lo forman Estados Unidos, con 1.269 inversores, seguido de Reino Unido (196), India (130), Alemania (106), Canadá (105), China (96), Singapur (64), Francia (58). Completan el ranking Brasil e Israel (30) empatados en décima posición.
El Proptech tuvo su gran auge a partir de 2018 y en este 2023 ha alcanzado su madurez definitiva como industria. El ecosistema en España ha ido adquiriendo fuerza con la creciente digitalización del sector y demandas del consumidor. En estos momentos, según la última edición del Mapa Proptech del mes de julio, elaborado por el colectivo API (Agentes de la Propiedad Inmobiliaria) de Catalunya, ya son 580 las empresas dedicadas a este segmento en España.
Algunas de las tendencias que ya se están viendo y se espera que sigan creciendo son la utilización de nuevas tecnologías para conseguir una optimización energética de los edificios, la mejora de la experiencia del usuario (implantación de omnicanal, apps integradas, visualización virtual de los activos…) y el proceso de venta de activos en un corto plazo de tiempo. Las tecnologías más usadas en todos los ámbitos dentro del sector inmobiliario son el big data, el Internet Of Things (IoT), peer to peer, blockchain y realidad virtual y aumentada.
El Fintech, la vía para una inversión inmobiliaria al alcance de todos
Mientras, el Fintech (Financial Technology) está evolucionando hacia el Proptech con nuevas formas de financiación de desarrollos inmobiliarios e inversiones. “El crowdfunding inmobiliario hace que las transacciones de propiedades inmobiliarias sean más fáciles y asequibles y facilita la entrada en el mercado inmobiliario del inversor minorista. Es decir, evoluciona hacia una inversión colectiva y consigue que los activos inmobiliarios estén al alcance de todos. Otro de los beneficios de esta nueva financiación es la posibilidad de diversificar las inversiones y reducir el riesgo de error ya que las inversiones se hacen a través de expertos en el sector”.
Las ventajas del Fintech son muy claras: no se requiere una gran cantidad de dinero; los inversores pueden tener acceso al mercado inmobiliario con cantidades pequeñas; permite invertir en muchos y diversos activos con cantidades pequeñas, minimizando así el riesgo; es menos exigente que poseer una propiedad y alquilarla; evita administrar una propiedad y tener que renovarla cada pocos años; da la posibilidad de elegir que las devoluciones se depositen en la cuenta bancaria mensual o trimestralmente o reinvertidas en nuevas propiedades fácilmente; y abre las puertas a invertir de manera internacional gracias al rápido crecimiento del número de plataformas digitales con acceso a propiedades en diferentes países.