El mercado inmobiliario de alta gama de Madrid es uno de los más cotizados del mundo. Y es que el parque residencial de lujo de la capital cuenta en sus zonas clave con un abanico heterogéneo de viviendas a la venta que resulta atractivo para las múltiples nacionalidades que coexisten en la ciudad. Uno de los factores más importantes en la toma de decisión en función de la procedencia del comprador es la antigüedad del inmueble, especialmente si la adquisición se realiza para un uso como residencial principal.
En este sentido, los compradores europeos es el que mayor interés muestra en la vivienda de segunda mano reformada debido a que ya tienen la costumbre de residir en fincas antiguas en sus países de origen. Y es que la mayor parte del parque de viviendas de lujo en ciudades como París, Londres, Roma, Milán o Berlín se halla ubicado en fincas clásicas erigidas entre los siglos XIX y XX. Así pues, las preferencias inmobiliarias de franceses, italianos, británicos y alemanes, principales compradores europeos en Madrid, contrasta con el interés por la obra nueva de estadounidenses, mexicanos, venezolanos, colombianos y chinos, las nacionalidades extracomunitarias más numerosas en los distritos del lujo madrileño, debido a las semejanzas de estilo con los inmuebles ubicados en metrópolis americanas y asiáticas.
Así pues, los europeos prefieren fincas de segunda mano porque tienen habitaciones con grandes dimensiones, techos altos, frisos y moldura en las paredes y elementos arquitectónicos de siglos pasados que se fusionan con reformas contemporáneas. Por su parte, los americanos y asiáticos están acostumbrados a viviendas modernas con todo tipo de servicios incluidos (piscina, garaje, solárium, gimnasio, etc.). Las diferencias también se notan en el presupuesto de la operación. En estos momentos, el precio medio de las viviendas de segunda mano en Madrid es de 6.500 €/m2, mientras que la obra nueva supera los 9.000 €/m2, alrededor de un 40% más cara. Los distritos más demandados son Salamanca, Chamberí, Retiro y Centro, en los que el peso de los compradores extranjeros sobre el total de las operaciones registradas es del 20%.
Christophe Chevallier, director de BARNES Madrid, destaca que “Madrid es una de las pocas capitales en Europa con una oferta residencial suficientemente amplia como para resultar interesante a cualquier tipo de comprador o inversor”. “Tanto el mercado de compra como de alquiler vive en estos momentos una situación cada vez más equilibrada entre oferta y demanda, lo que favorece la estabilidad y la negociación entre las partes, alcanzándose acuerdos económicamente viables. Si bien la obra nueva es clave para seguir ofreciendo nuevo producto de calidad, la segunda mano reformada es la que acapara las mejores ubicaciones de la ciudad”, añade el experto.
BARNES Madrid ha abierto recientemente su nueva oficina en el número 15 de la calle Velázquez y presentará a finales de año su nuevo departamento de decoración, reformas y mobiliario: BARNES Interiors. La inmobiliaria internacional de lujo cuenta con una cartera de alrededor de 300 propiedades en venta y alquiler que se adaptan a las preferencias de buena parte de la demanda inmobiliaria de la capital. La vivienda media más buscada es una residencia principal de alrededor de 150m2, 3 habitaciones, 2 baños y zonas exteriores.