Madrid. 18/12/2013
Las cifras son rotundas: desde el inicio de la crisis, más de 3 millones de viviendas han sido asaltadas en nuestro país. Ésta es la principal conclusión del Estudio sobre el robo de viviendas en España realizado por la División de Hogar de Línea Directa, en el que se analizan los datos oficiales de robo en los hogares españoles de los últimos 6 años y la opinión de 1.500 propietarios de viviendas de toda la geografía nacional. Los datos hablan por sí solos: desde 2007, el número de asaltos se ha incrementado en un 73% y se ha duplicado el uso de la violencia o la intimidación en los asaltos.
Fruto de ello, más del 90% de los propietarios encuestados cree necesario endurecer el Código Penal para combatir este tipo de delitos, que prevé penas de cárcel de hasta 5 años por robar en una vivienda. Además, casi el 40% de las víctimas considera poco o nada útil denunciarlos a la policía y casi el 45% suspenden el trabajo realizado por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado durante la investigación. De hecho, según datos del propio Ministerio del Interior, aunque el número de detenidos por robar en viviendas se ha incrementado en un 123% desde 2007, sólo el 11% de los casos registrados durante el pasado año acabó esclareciéndose.
El robo más habitual se produce en viviendas unifamiliares (tipo chalets), en fin de semana y a plena luz del día. Los métodos más usados son: forzar las ventanas (40%), extraer el bombín de la cerradura (19,2%) o el llamado del “resbalón” (14%), que consiste en abrir la puerta utilizando una radiografía o una tarjeta de crédito. El coste no es pequeño: según datos de ICEA (Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras) el coste medio de los robos en viviendas durante el pasado año alcanzó los 732€, una cifra nada desdeñable en tiempos de crisis. En cuanto a los objetos robados, el dinero (64%), las joyas (57%) y los equipos electrónicos (54%) son los bienes más codiciados por los ladrones.
Además, un dato revelador: cada vez es más frecuente que los ladrones entren en las casas cuando sus propietarios están en el interior. De hecho, el 16% de las víctimas se encontraban en el interior de sus viviendas en el momento del robo, de las que casi un 20% sufrió violencia o intimidación por parte de los atacantes. Los asaltos más violentos se localizaron principalmente en urbanizaciones, zonas residenciales y poblaciones de menos de 50.000 habitantes.
Más robos en el Levante, menos en el interior
Con el objetivo de analizar el alcance real de los robos en viviendas en España, Línea Directa ha cruzado los datos oficiales contenidos en el Balance de la Criminalidad del Ministerio del Interior con el parque de viviendas de nuestro país, que ronda los 26 millones. De este análisis se desprende que las viviendas de la Comunidad Valenciana, Baleares y Murcia son las que más sufren está actividad delictiva, mientras que las de Asturias, Extremadura y Castilla y Leónson los que menos robos registran.
En cuanto a la resolución de los robos, Canarias, Asturias y Cantabria fueron los territorios donde la policía resolvió más casos, mientras que Madrid, La Rioja y la Comunidad Valenciana fueron las CC.AA. donde más asaltos quedaron impunes.
Pero ¿son seguras las casas españolas?
Línea Directa también ha querido pulsar el nivel de seguridad de las viviendas españolas. Para ello, ha preguntado a propietarios de todo el país qué medidas de protección tiene implantadas en su hogar. En este sentido, la puerta blindada (65% de los casos) resultó ser la más común, seguida de las rejas en puertas y ventanas (28%) y de la colocación de alarmas (23%), unos datos que no concuerdan con las medidas más deseadas, ya que casi la mitad de los encuestados (47%) elegiría en primer lugar la alarma, seguida de otros dispositivos electrónicos como las cámaras de seguridad y los simuladores de presencia. En cualquier caso, el 16% de los propietarios (equivalentes a algo más de 4 millones de hogares) reconoce no tener instalada ninguna medida de seguridad en sus casas.
Respecto a las segundas viviendas, el 40% de los encuestados afirman tener menos sistemas de protección que en sus residencias habituales, lo que explicaría en parte la mayor frecuencia de robo en las zonas turísticas y costeras.
Y para finalizar un dato curioso: preguntados por el lugar donde guardan los objetos de valor, un 23% de los propietarios españoles reconoce ocultarlos en lugares tan peculiares como el colchón o debajo de la cama, seguidos del frigorífico, la cisterna del baño o detrás del armario.
Según Francisco Valencia, Director de Gobierno Corporativo de Línea Directa, “analizando los datos del informe, sigue llamando la atención que alrededor de 11 millones de viviendas españolas no tengan un seguro y otros 4 millones carezcan de cualquier medida de seguridad. Un dato sorprendente, ya que, según el Ministerio del Interior, sólo el 11% de los asaltos en viviendas registrados en 2012 terminaron esclareciéndose. Por eso, incrementar las medidas de seguridad y contar con la cobertura de robo en el seguro de hogar es algo muy importante, sobre todo teniendo en cuenta que la vivienda sigue siendo la principal inversión de los españoles”.
En este sentido, casi la mitad (48%) de los propietarios que han sido víctimas de un robo en sus hogares, reconoce que no tenían contratada esta cobertura en el momento del delito. Tras el asalto, la situación cambió notablemente: 7 de cada 10 propietarios víctimas de un robo en su casa disponen actualmente de esta cobertura y tan sólo un 3% sigue sin tener seguro.