Con la crisis provocada por el coronavirus, el teletrabajo se ha instalado en muchos sectores como un atajo para poder continuar operando con relativa normalidad, pero prescindiendo de ir a los puestos de empleo habituales. El inmobiliario no ha sido la excepción y, en efecto, se ha detectado que un “70% de los agentes inmobiliarios están implementando esta modalidad, aunque sea de manera parcial”.
Así lo explica Lola Alcover, secretaria del Consejo General de los Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de España, aunque aclara que el teletrabajo en el sector inmobiliario “es una herramienta insuficiente porque no se puede prescindir del trato y la gestión presencial”.
Cierto es que en las operaciones inmobiliarias resulta prácticamente de obligado cumplimiento la visita a los inmuebles, la relación personal entre cliente y comercial inmobiliario, y las negociaciones posteriores. Sin embargo, una parte del trabajo de las agencias inmobiliarias se ha podido trasladar a la modalidad del teletrabajo (como llamadas o mensajes de whatsapp, envíos de correos, llamadas a nuevos clientes o gestión documental y administrativa).
Modelo mixto de trabajo en el real estate
De acuerdo con los datos aportados por el sondeo realizado, “la conclusión que podemos extraer es la de que se está potenciando un modelo mixto de teletrabajo y actividad presencial, que aproveche las mejores prestaciones de cada formato”, asegura Alcover.
“Si el teletrabajo tiene más ventajas o más inconvenientes es una controversia que ahora mismo está sobre la mesa y deberá pasar un tiempo antes de que se puedan medir resultados reales que permitan cuantificar el mayor beneficio o perjuicio de su implantación; circunstancia en la que va a tener mucho que decir la legislación que se elabore en esta materia”, analiza la secretaria del Consejo General de COAPIS de España.
No obstante, aclara que existen una serie de cuestiones donde las ventajas del teletrabajo son claras:
- Minoración de los costes fijos de la empresa, al reducir gastos en alquiler, en suministros energéticos, en consumibles y en mantenimiento de los locales comerciales y oficinas.
- Mejor conciliación de la vida laboral y personal.
- Reducción de gastos personales (en transporte, comidas, etc.).
- Disminución del absentismo laboral.
- Optimización de la gestión del tiempo.
- Descenso del estrés laboral.
“Trabajamos con personas”
Pese al avance arrollador -en términos generales y de manera transversal en muchos sectores- de las nuevas tecnologías y modalidades de teletrabajo, en determinadas actividades resulta de menor incidencia. “En el caso del sector inmobiliario el desarrollo de la actividad profesional conlleva un estrecho y continuo contacto con los clientes, vendedores y compradores, y siempre ha requerido ineludiblemente de una parte presencial de enorme trascendencia, puesto que los buenos profesionales inmobiliarios no “trabajan con casas” sino que “trabajan con personas”, explica Alcover, secretaria del Consejo General de los Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de España.
“No podemos olvidar que existen otras cuestiones, como es la de la visita a los distintos inmuebles, que requieren necesariamente de una acción presencial sin la cual es prácticamente imposible la completa realización del trabajo y, por tanto, el cierre de la transacción inmobiliaria, ya que muy difícilmente alguien comprará o arrendará un inmueble sin haberlo podido visitar previamente y con la única referencia de un reportaje fotográfico o un tour virtual”, explica Alcover.
Por estas razones, la implantación del teletrabajo en el sector inmobiliario, “si lo que se busca es un servicio de calidad, solo es realmente factible en una parte de su actividad, insuficiente por sí sola para el éxito de esta”, destaca Lola Alcover.
Futuro del teletrabajo en el sector inmobiliario
Alcover afirma que “aun siendo ésta una profesión en la que la gestión personal y presencial tiene un enorme peso específico es perfectamente viable la integración del teletrabajo en una amplia parte de las actividades que se desarrollan, sobre todo, en las fases iniciales e intermedias”.
Sin embargo, prácticamente “el 100% de los sondeos realizados coinciden en que existen determinadas partes del proceso con los clientes que requieren ineludiblemente un desarrollo personal y presencial”, sin que las alternativas que ofrece el mercado puedan suplir satisfactoriamente esta opción.
Por este motivo, concluye que “con una alta probabilidad este modelo mixto va a ser un formato que muchos van a adoptar de forma permanente y, por tanto, consideramos que el teletrabajo parcial ha llegado para instalarse en el día a día de un elevado número de profesionales inmobiliarios”.