Cuando ya se cumplen los 50 primeros días de año, el sector inmobiliario español vive en un clima de cierto optimismo. Las mejores previsiones macroeconómicas para España, las cada vez más próximas bajadas de los tipos de interés, la estabilidad política y legislativa en un año sin apenas elecciones electorales y una tasa de paro inferior al 12% configuran un escenario en el que el mercado de la vivienda cuenta con un contexto favorable.
Así pues, recientemente el Gobierno de España ha anunciado la puesta en marcha de las ayudas ICO para la compra de viviendas de los jóvenes mientras todavía contempla una regulación del precio del alquiler. Medidas que el Consejo General de los Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de España considera “insuficientes e ineficaces”. Y es que el máximo organismo de representación de los agentes inmobiliarios colegiados entiendo que “el momento de relativa certidumbre que estamos atravesando ha de ser aprovechado por las Administraciones públicas para relanzar un sector que ha sufrido muchos vaivenes económicos y legislativos en muy pocos años”.
“Los avales ICO son una medida que es interesante pero que, en más del 60% de los casos, no permitirá la compra real de una vivienda, pues muchos de los que reúnen las condiciones necesarias para obtener la ayuda pública no cumplirían con los requisitos de las entidades bancarias ni pasaría un futuro estudio de solvencia financiera para la concesión del préstamo hipotecario. Es decir, acaba siendo una medida insuficiente para que los más jóvenes puedan acceder al mercado de compra”, alertan desde el Consejo General.
Por otra parte, el organismo avisa de que lalimitación de los precios del alquiler a nivel nacional “provocaría un ‘efecto dominó’ a lo que ya ha ocurrido en Catalunya: una reducción de la oferta disponible y un aumento del precio medio de las rentas, es decir, un resultado diametralmente opuesto al que persigue la medida. Por no hablar del deterioro que sufrirá el parque inmobiliario privado, pues los propietarios dejarán de invertir en el correcto mantenimiento de sus viviendas para seguir obteniendo una mínima rentabilidad por su alquiler”.
Además, el Consejo General añade que el aprovechamiento de los fondos europeos Next Generation sigue estando por debajo de lo que el sector necesita: “Para aumentar y modernizar nuestro parque residencial hemos de aprovechar esos recursos para implementar ayudas, pero también políticas fiscales que fomenten la inversión inmobiliaria e inviten al capital privado a promover y mejorar un sector que, hasta el momento, lo único que ha recibido son cambios en su regulación y una fiscalización excesiva”.