Este año se ha convertido en el enemigo de la mayoría de los sectores económicos de todo el mundo. Pese a ello, las inversiones en el mercado de deuda han ido en alza, con un crecimiento de búsqueda de rentabilidad. De esta forma, se impulsará el crecimiento de futuras inversiones y se diversificarán, ya que los inversores buscarán oportunidades de inversión atractivas y con salida.
Para Miguel Arimont Lincoln, CEO y fundador de LEM Loan e-Market, y según las previsiones, “el mercado de deuda hipotecaria aumentará exponencialmente y se puede pronosticar que llegará a aumentar aproximadamente un 40%”. Uno de los principales objetivos será pluralizar la cartera de inversiones en productos alternativos para ver crecer el mercado de acciones.
En el ranking de países con más deuda privada, encontramos primero a Italia, que cuenta con cerca de 130.000 millones de euros, y a Francia con cerca de 120.000 millones de euros. Respecto a España, – tercer país de Europa con más operaciones de deuda cerrada-, el mercado de deuda asciende a 84.400 millones de euros, lo que equivale al 7% del PIB del país, aunque la previsión actual de un crecimiento del 40% y pueda llegar a los 118.000 millones de euros.
En este contexto, el marketplace español cuenta con créditos vinculados a propiedades de todo tipo, desde viviendas y locales comerciales, hasta oficinas y suelos. Las inversiones en el mercado de deuda pueden llegar a generar unas rentabilidades superiores al 20%, aunque esto puede oscilar según la estrategia de inversión a seguir, el inmueble, la operativa y los plazos.
Disminución en el plazo de las operaciones
La situación actual ha sido beneficiosa también para los acortar los tiempos en que se realizan las distintas operaciones: en el caso de una venta acordada, se puede tardar hasta tres meses; mientras que, si se genera un acuerdo entre las partes en una refinanciación, la operación puede resolverse durante el mismo mes.
En este sentido, no existe un plazo máximo para realizar los acuerdos entre las partes: siempre dependerá de la tipología de los créditos existentes y de la vía de negociación. Esto resulta beneficioso, sobre todo porque el Gobierno está ofreciendo moratorias y refinanciaciones a unas características muy atractivas para los locales de los negocios, con un mayor porcentaje de créditos impagados a partir del tercer trimestre.
Para Arimont, “se producirán -inevitablemente. – más deudas en el mercado, a raíz de que habrá más créditos morosos en el futuro. Pero también es cierto que se dará lugar a nuevos negocios, como la refinanciación del crédito, a través de la cual se llega a un acuerdo amistoso entre el deudor y el inversor, beneficioso para ambas partes”.
Oportunidades y crecimiento internacional
Los pequeños y medianos inversores se han encontrado con una oportunidad única en la era post pandemia, debido al auge del mercado de deuda secundaria que permite invertir en productos a partir de 2.000 euros, generando una rentabilidad que puede ascender al 20%.
En este sentido, la variabilidad de la rentabilidad dependerá de las características de la deuda del producto inmobiliario, la vía a través de la cual se realice la operación y los procesos judiciales que intervengan.
LEM Loan e-Market supone un punto de encuentro para inversores de toda índole: el marketplace oferta créditos en comercialización desde 20.000 euros, y hasta 80 millones de euros, si bien la media de los activos en venta se sitúa en 148.000 euros. “Existía una demanda en el mercado inversor de una plataforma que pusiera en contacto al comprador y vendedor, reduciendo los procesos de venta y facilitando la toma de decisiones”, afirma Arimont.
Entre los préstamos en comercialización en la plataforma se encuentran NPLs (Non Performing Loans), créditos que entran en mora (más de doce meses de vencimiento en los pagos); SPLs (Sub Performing Loans), préstamos con algunos pagos pendientes pero que no llegan a estado de NPLs; y PLs (Performing Loans), créditos al corriente de pago. Dentro de estas tres categorías, también se disgregan entre los créditos tipo Secured y Non Sectured, cuya diferencia se concentra en la existencia o no de una garantía ligada al préstamo.