Las reclamaciones a los bancos llevan siendo habituales desde hace varios años. Las sucesivas leyes, reconociendo los derechos del consumidor, han hecho que la litigiosidad aumente exponencialmente, y que alrededor del 90% de las reclamaciones contra los bancos se resuelvan a favor del consumidor, según datos de Asufin. Entre estas reclamaciones, las que más éxito tienen son las de las hipotecas multidivisa.
Las hipotecas multidivisa son un tipo de préstamo que se popularizó en los años previos a la crisis de 2008. “Se trata de una modalidad de préstamo cuyas cuotas se pueden pagar en divisas diferentes a la local”, explica Carles Solé, gerente de Formalización Hipotecaria de Tecnotramit. En ese momento, se vincularon los préstamos a monedas “estables” como yenes o francos suizos.
La principal problemática con esta modalidad es que, al estar anclada a una divisa extranjera, también está sujeta a las fluctuaciones de esta, que en la práctica hizo que el préstamo se tornara impagable. “Las multidivisa ofrecían unos tipos de interés más asequibles, pero a cambio la fluctuación hacía que se encareciera el préstamo”, explica Solé.
Esto provocó una oleada de reclamaciones que hizo que los tribunales hayan condenado en masa a los bancos por este tipo de hipotecas. “La Justicia ha entendido que las hipotecas multidivisa se concedieron sin la información suficiente, por lo que los consumidores salieron perjudicados”, añade Solé.
En este sentido, la Ley Hipotecaria se reformuló en 2019 para proteger estos derechos del consumidor.
¿Qué dice la ley?
La Ley Hipotecaria establece que los titulares de estas hipotecas tienen derecho a convertirlas a euros y obliga al banco a informar de forma periódica al cliente de los posibles incrementos de deuda que se pueden producir por el aumento del valor de la divisa.
“Si no se cumplen estas disposiciones, el contrato devendrá nulo”, explica el experto. Como consecuencia de ello, el prestatario “puede exigir que la hipoteca se convierta a euros”, añade Solé.
Otro punto relevante es que la reclamación por las hipotecas multidivisa no tiene prescripción alguna, por lo que se puede establecer en cualquier momento, incluso para hipotecas ya amortizadas.