Madrid. 23/07/2015
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La campaña de “herencias y legados” pretende traer a España una práctica que en otros países europeos es mucho más habitual.
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Ascensión de Aynat, Broker de RE/MAX Aljibe en Almería, puso en contacto a la donante con Aldeas Infantiles SOS y apoyó todo el proceso para que la casa llegara a los niños.
Una mujer de 77 años decide donar una casa a los niños de Aldeas Infantiles SOS, para que disfruten en ella de sus vacaciones y vuelvan a darle la vida que tuvo cuando ella pasaba los veranos junto a su familia.
Mª Ángeles Carretero es una mujer de 77 años, nacida en Almería, oftalmóloga en su tierra y doctora voluntaria durante los veranos en países de África y Latinoamérica. Aprendió la solidaridad en su familia, heredándola de su padre, que le dio una carrera a cada una de sus hijas para que pudieran tener un porvenir pero también les enseñó generosidad repartiendo sus bienes entre personas necesitadas.
“En esta sociedad se te valora por el dinero que tienes. Aunque cada vez más se está estimando más a la gente que vale y no por tener dinero”, afirma Mari Ángeles. Fruto de su convencimiento fue la donación de un chalet en Aguadulce (Almería) para que pudieran disfrutarlo los niños de la Aldea Infantil SOS de Granada, o de cualquiera de las otras siete Aldeas que la organización tiene en España.
En 2007, siete entidades se unieron en una campaña de “herencias y legados” con la que pretendían traer a España una práctica que en otros países europeos es mucho más habitual. Hoy, el número de integrantes se ha triplicado y veintidós organizaciones sin ánimo de lucro forman parte de esta iniciativa que permite donar bienes para sus proyectos en España y otros países.
“Dejar el chalet me ha dolido en lo afectivo. Cada detalle, cada rincón lo hemos ido haciendo mi marido y yo según crecía la familia. Pero estaba convencida de lo que hacía”. Continúa Mª Ángeles, emocionada al saber que desde mediados de julio los niños ya están disfrutando de la casa. Como ella, otras personas han decidido donar sus bienes a diferentes organizaciones, para que puedan desarrollar sus proyectos de atención a los más vulnerables.
RE/MAX, clave para esta donación
RE/MAX colabora desde hace años como Constructor de Presente de la ONG y desarrolla el proyecto RE/MAX for Kids de ayuda a la infancia. Ascensión de Aynat Bañón, Broker de la oficina inmobiliaria RE/MAX Aljibe en Almería, fue la persona que tras ofrecerle la antigua propietaria la comercialización de esta vivienda y conocer sus solidarias intenciones, tuvo la idea originaria de que la casa fuera donada a Aldeas Infantiles SOS, dado que Ascensión conocía muy de cerca el trabajo de la organización, poniendo en contacto a Mª Ángeles con los responsables de la ONG.
La organización ha agradecido esta generosa donación y su aportación para la infancia vulnerable. “Entre todos conseguiremos que miles de niños tengan oportunidades”, afirma Pedro Puig, presidente de Aldeas Infantiles SOS, quien reconoce que la atención a niños y jóvenes en España que realiza su organización no sería posible sin los donantes particulares y las más de cien empresas que colaboran de manera continuada, asegurando una vida mejor para todos ellos. “En el momento más difícil, las empresas se están volcando”, indica el presidente de Aldeas, refiriéndose a la crisis y a estos últimos cuatro años, en los que Aldeas Infantiles SOS ha pasado de atender de diez mil niños a más de veinticuatro mil gracias a la acción social de las empresas y la contribución de socios, padrinos y administraciones públicas.
Sobre Aldeas Infantiles SOS
Aldeas Infantiles SOS es una organización internacional, privada, de ayuda a la infancia, sin ánimo de lucro, interconfesional e independiente de toda orientación política, fundada en 1949 en Imst (Austria) y con presencia en 133 países.
Su labor se centra en el desarrollo del niño hasta que llega a ser una persona autosuficiente y bien integrada en la sociedad. Trabaja para fortalecer a las familias vulnerables, de modo que puedan atender adecuadamente a sus hijos; protege a los niños que se han visto privados del cuidado parental, a los que brinda un entorno familiar protector en el que puedan crecer sintiéndose queridos y respetados; y acompaña a los jóvenes en su proceso de maduración e independencia.