Entre la incertidumbre y “el pesimismo del confinamiento”, los expertos reunidos hoy en los encuentros Home Edition de SIMA, Ismael Clemente (CEO de MERLÍN PROPERTIES), Daniel Cuervo (Director General de ASPRIMA), Javier Rodríguez Heredia (Socio de AZORA) y Fátima Sáez del Cano ( Managing Director Spain, de GROSVENOR EUROPE), han coincidido en una cosa: esta crisis poco tiene y tendrá que ver con la ocasionada tras la explosión de la burbuja inmobiliaria en 2008.
Entonces, como bien recordaba Fátima Sáez del Cano, ya hacía tiempo que notaban que algo no iba bien. “En 2006 ya empezamos a revisar las rentas porque había algo raro. En este caso ha sido más difícil de medir”. “Aquello era una crisis de endeudamiento”, ha recordado Javier Rodríguez, de Azora, “de sobre oferta”. “Una crisis prácticamente endógena”, señalaba Ismael Clemente, Ceo de Merlín Properties. Para Daniel Cuervo, de Asprima, la situación actual es bien distinta teniendo en cuenta que estamos en niveles de producción escasos y muy lejanos de los de entonces.
Coinciden además en que donde hay que redoblar esfuerzos es en la demanda, focalizar ayudas para el comprador. Ya que todo dependerá de que se mantenga activa la demanda inmobiliaria y de la capacidad de pago. “A medio plazo, todo volverá a su sitio pero a corto”, señalaba Rodríguez, “todos tendremos que hacer esfuerzos” hasta recuperar la normalidad.
El mercado de oficinas
La “nueva normalidad” traerá consigo una aceleración del concepto flex de oficinas. “Es probable que sea el fin de la oficina “granja de pollos”, el fin de la oficina masificada”, como destacaba Clemente.
Además de otros cambios de valor, como la localización dentro de los núcleos urbanos, tan importante en los últimos años, se abandone y se vuelva a una apuesta por espacios más grandes, fuera de esos grandes núcleos y con capacidad de aparcamiento para que los empleados puedan acudir con su vehículo propio.
¿Es un buen momento para invertir?
Para Fátima Sáez lo es, con prudencia, si se piensa a largo plazo, como actúa Gosvenor Europe. Javier Rodríguez coincide, ya que considera que esta es una situación a corto plazo y que una vez superada la dificultad volverán a cambiar los criterios. No obstante, Azora estima la recuperación en un periodo de dos a cuatro años.
“La primera vivienda aguanta mejor que la segunda mano pero, en general, estamos bien, y mucho mejor que en 2008”, ha señalado Sáez del Cano.
Clemente advertía además del riesgo que conlleva que se pueda volver a producir una nueva recaída económica, y su consiguiente parálisis, tras el verano.
Colaboración público-privada
Para el moderador, Juan Fernández Aceytuno, consejero delegado de ST Sociedad de Tasación, será importante el rol institucional a la hora de promover iniciativas que contribuyan, o no, a que la actividad se acelere. Así como la importancia de la colaboración público-privada.
Para Clemente, de Merlín Properties, “el asociacionismo es un fenómeno interesante pero para que haya una colaboración real público-privada habría que superar algunos miedos recíprocos”.
Para Daniel Cuervo, de Asprima, aunque haya cosas que mejorar, el asociacionismo es importante y más en un sector atomizado. Y ha propuesto la creación de un organismo superior que facilite la comunicación con un único interlocutor, ya que “para manejar la información las asociaciones somos una plataforma importante para conseguirla”.
En general han coincido en lo negativa que es la politización de las decisiones, incluso, a veces, la más técnicas. “Como cuando hablamos de planes de vivienda a cuatro años que son imposibles de cumplir”, señalaba el socio de Azora. “En los próximos meses veremos quiénes se quitan los complejos y quienes siguen con lo mismo”, advertía Cuervo.
Y como ejemplo de lo que se podría hacer se ha puesto al Ayuntamiento de Madrid que ha convocado una comisión de expertos del sector para conocer sus opiniones. Y que, si se tiene en cuenta, puede ser muy positiva para los planes urbanísticos del consistorio.
Clemente, por su parte, ha recordado que esto es algo que ya hacía antes con éxito el Ayuntamiento de Barcelona. Y empieza a hacerlo también la Junta de Andalucía en la Costa de Sol, como ha recordado Daniel Cuervo, de Asprima.
Porque, insisten, esto no va de ideologías.