El mundo de la construcción y la arquitectura no para de evolucionar, y el año 2024 se perfila como un periodo emocionante y transformador en el que se podrá ver el asentamiento de las tendencias de los últimos años, y alguna que otra más novedosa. A la vanguardia de estas innovaciones, Sto, líder en soluciones integrales para el diseño y la construcción sostenible se adelanta para destacar las tendencias clave que darán forma al paisaje arquitectónico y constructivo del próximo año.
El año 2024 se presenta como un capítulo central en la historia de la construcción y la arquitectura, marcado por la evolución de aquellas prácticas más tradicionales hacia enfoques más modernos y sostenibles. Y es que, todavía gran parte del parque edificado del país consume más recursos de los necesarios para alcanzar unos niveles óptimos de confort y servicio. El modelo de construcción sostenible seguirá siendo esencial para mitigar el impacto negativo en el medio ambiente e impulsar la demanda del consumidor hacia un camino más ético y responsable.
En este contexto, desde Sto se anticipan a las tendencias que liderarán el sector de la construcción en los próximos meses:
· Diseño biofílico. La naturaleza continuará ganando terreno en los espacios tanto interiores, como exteriores. Se trata de una tendencia que ha sido constante en los últimos años, y que ha venido para quedarse. Este enfoque radica en la conexión de la naturaleza con el bienestar físico y mental de las personas, ayudando a rebajar los niveles de estrés, y mejorando el confort. Además de la luz natural y los espacios al aire libre, incluir vegetación en fachadas exteriores será fundamental para contrarrestar los efectos del cambio climático y las islas de calor urbanas contribuyendo a la obtención de aislamiento térmico y acústico adicional.
· Microliving. El incremento demográfico tiene, y tendrá, un impacto significativo en la planificación de las ciudades. El concepto de “small living” o “microliving” busca espacios que sean multifuncionales, y centrados en los usuarios. Se trata de lugares que están bien conectados con las necesidades del día a día (trabajo, hospitales, centros deportivos…) para fomentar el desplazamiento a pie, o en bicicleta. Estos espacios flexibles ponen de relevancia un cambio en el estilo de vida donde una vivienda deja de ser un espacio exclusivamente para dormir y se convierte en un lugar donde trabajar y dedicar al ocio. Son espacios eficientes, accesibles y donde la comodidad y la salud mental de los habitantes cobra protagonismo.
· Sostenibilidad. La conciencia ambiental sigue siendo una prioridad, y se espera que la arquitectura sostenible siga siendo una de las tendencias clave para 2024. Hoy en día, el impacto energético del sector de la construcción y los materiales es muy significativo (los edificios son responsables de alrededor del 40% del consumo energético y del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero) y para ello, el uso de materiales sostenibles, así como el diseño eficiente en términos energéticos y la integración de tecnologías verdes serán esenciales para reducir la huella de carbono del sector. El impulso de sistemas eficientes como las fachadas ventiladas o los SATE, ayudarán a un importante ahorro energético aislando térmicamente el edificio.
· Nuevas tecnologías. La integración de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA), la realidad virtual/aumentada y la fabricación en 3D está transformando la forma en que se diseñan y construyen los edificios. El uso de estas tecnologías brinda una ventaja competitiva a la hora de generar proyectos más seguros, reducir y optimizar recursos, y aumentar la eficiencia. En concreto, la IA ofrece la oportunidad de recopilar datos de manera más precisa y con el BIM, modelado de información para construcción o building information modeling, forman un equipo con gran potencial.
· Rehabilitación y reutilización. La renovación y reutilización de edificios existentes continuará siendo tendencia para el próximo año. En línea con los objetivos de sostenibilidad, cada vez más se intenta dar una nueva vida a los edificios antiguos conservando el patrimonio y reduciendo el desperdicio y la generación de residuos derivados del proceso de demolición.
· Tonos vivos y alegres entre los neutros. A nivel decoración e interiorismo, parece que el 2024 traerá consigo tonos vibrantes a la par que elegantes. Los verdes, azules, amarillos y rojos quemados se mezclarán con los ya clásicos tonos piedra, beiges y marrones.