EFE. Madrid. 27/06/2013
Tinsa prevé que descontando los inmuebles adquiridos como inversión y aquellos que no se encontrarán a la venta, que el «stock» de vivienda vacante caiga hasta un entorno de los 195.000 inmuebles a comienzos de 2016 y que manteniéndose una demanda de 100.000 unidades desaparezca en el segundo semestre 2017.
Según el estudio elaborado por la firma de tasación, el saldo migratorio negativo, el envejecimiento de la población y la caída del número de trabajadores, prolongarán la caída de la demanda de nueva vivienda al menos hasta 2015, año para el que se prevé que alcance las 97.000 unidades (20.000 de ellas de segunda residencia).
Por lo que respecta a la oferta de nueva vivienda, Tinsa prevé que este año las solicitudes de viviendas no superen las 35.000, una cifra que se mantendrá en 2014 y se incrementará, previsiblemente, en el segundo semestre de 2015.
Además, la finalización de viviendas descenderá desde las 120.000 de 2012 hasta el entorno de las 50.000 en 2015.
En cuanto a la demanda de segunda residencia, Tinsa confía en que la demanda por parte de extranjeros repunte ligeramente, aunque este incremento será insuficiente para recuperar un segmento que necesita compraventas internas, según ha subrayado el director de Desarrollo de Negocio de Tinsa, Raúl García.
En este sentido, la firma indica que la demanda de segunda residencia, que ha pasado de las 100.000 unidades en el periodo 2005-2006 a las 20.000 actuales, tenderá a decrecer o a mantenerse hasta 2015.
La demanda interna no se recuperará, señala Tinsa, hasta que no se recupere el mercado de primera residencia, exista confianza en los hogares, mayor seguridad en el empleo e ingresos regulares.
Para el director general de Negocio y Marketing, Álvaro J. Martín Ropero, el precio de la vivienda es un factor destacado pero no el más importante y que no todo el «stock» que hay es vendible independientemente de su precio.
Los mayores ajustes de precios de la vivienda vacacional se han registrado en la Costa Mediterránea, con una caída del 43,2 %, en tanto que los menores descensos de precios se han contabilizado en Baleares y Canarias, que experimentaron un decrecimiento del 27,9 % de media.
Las principales caídas de la vivienda vacacional se registraron en Casares (Málaga), el 55,7 % menos, seguido de El Egido (Almería), Manilva (Málaga), Castelló de Empúries (Girona), Pineda de Mar (Tarragona), Mataró (Barcelona), Mogán (Gran Canaria), Vera (Almería) y Roquetas de Mar.
Por localidades turísticas, Baiona (Pontevedra) con el 13,2 % menos registra el menor descenso, seguido de Capdepera (Baleares), Sanxenxo (Pontevedra), Ibiza, Formentera, Sada (La Coruña) y Moaña (Pontevedra), registraron un descenso del 17,5 %.