La diferencia entre vivir en Madrid o en una provincia del extrarradio puede alcanzar los 2 mil euros por metro cuadrado

El confinamiento obligó a buscar nuevas y más flexibles fórmulas de trabajo como el teletrabajo. Algo ya utilizado pero poco extendido hasta hace unos meses. Y una fórmula que, según Instituto de Valoraciones, abre nuevas oportunidades para la España vaciada. Hablamos con Mariola Soriano, Research Analyst de Instituto de Valoraciones.

  • ¿La oportunidad de teletrabajar en algunos sectores puede suponer una nueva oportunidad de revivir esas zonas que hasta ahora quedaban en segundo plano?

Puede llegar a serlo, pero para impulsar la repoblación de la España rural antes hay que garantizar el acceso a los servicios mínimos de los que algunos pueblos carecen como servicios sanitarios, centros educativos o conexión a Internet. Es necesario dotar a nuestros pueblos de las conexiones digitales necesarias para convertirlos en una opción viable para el teletrabajo. Una vez se garanticen estos factores, la repoblación de la España rural será una realidad más cercana, ya que los profesionales que puedan teletrabajar de forma permanente o a largo plazo, se verán atraídos por inmuebles más grandes, precios más bajos y una tranquilidad que no hay en las grandes urbes.

  • ¿De qué modo creen que puede beneficiar el teletrabajo a la España Vaciada?

Una posible repoblación motivada por el teletrabajo también impulsaría el consumo interno de las ciudades y pueblos de la España Vaciada. Esto puede generar a su vez que las empresas de ciudades más grandes consideren otras localidades como una buena oportunidad para expandir su negocio y aumentar sus ventas. El beneficio también sería de doble sentido, ya que las grandes ciudades, por su parte, podrían ver reducida su densidad de población y, con ello, algunos problemas que puedan tener como su índice de contaminación.

Lo más importante para estos nuevos demandantes es que su vivienda esté lo mejor equipada posible para el teletrabajo y para el descanso.

Mariola Soriano, Research Analyst de Instituto de Valoraciones
  • ¿Tienen datos de cuánto ha aumentado la demanda o el interés sobre estas zonas con respecto a antes del estado de Alarma?

Según la Estadística de Transmisiones de Derechos de la Propiedad del INE, en algunas provincias poco pobladas como Segovia, la compraventa de viviendas ha aumentado un 7% entre los meses de enero y julio de este año, pese a que esta misma cifra llegó a caer a un 63% en los meses de confinamiento total (abril en comparación con enero). Es una señal de que, tras pasar varios meses confinados en sus hogares, muchos españoles se han dado cuenta de que necesitan una nueva vivienda en zonas más tranquilas si van a seguir teletrabajando, ya sea como vivienda permanente o segunda residencia.

  • ¿Qué tipo de vivienda es la que genera más interés en los demandantes?

Lo más importante para estos nuevos demandantes es que su vivienda esté lo mejor equipada posible para el teletrabajo y para el descanso. Por ello, buscan casas que tengan una conexión a Internet óptima y que sean lo suficientemente amplias como para convertir una de las habitaciones en un despacho o lugar de trabajo. Otra tendencia que se busca en estos hogares son las comodidades como piscina, jardín o terrazas. En la gran mayoría de los casos, suelen encontrar estos extras a un precio mucho más reducido del que lo encontrarían en las grandes ciudades.

  • ¿Qué otras necesidades surgen a raíz de la demanda en estas zonas?

La principal demanda surgida a raíz de este fenómeno es la necesidad de una conexión rápida y estable a Internet para poder teletrabajar sin inconvenientes, factor del que muchos pueblos de la geografía española aún carecen. Según el informe ‘Cobertura de Banda Ancha en España en el año 2019’ del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, en los municipios de 2.001 a 5.000 habitantes el acceso a redes de banda ancha ultrarrápida es de del 53,5%, un porcentaje que cae abruptamente al 15% en el caso de los pueblos de 501 a 1.000 habitantes.

A la necesidad de una buena conexión a Internet se le suman otras demandas como colegios, servicios de ocio, hospitales y centros de salud, así como infraestructuras y caminos que conecten estos pueblos con núcleos urbanos más grandes.

Invertir en zonas costeras o rurales puede ser un movimiento inteligente, si se cuenta con ahorros

Mariola Soriano, Research Analyst de Instituto de Valoraciones
  • Por poner un ejemplo, ¿cuál puede ser el ahorro para un particular que se traslade de un piso en la ciudad (Madrid) a una casa en el extrarradio (Guadalajara)?

Según los datos analizados por SMARTA, el sistema de información del sector inmobiliario desarrollado por Instituto de Valoraciones, el valor de la vivienda en Madrid durante el segundo trimestre de este año fue de  2.732 € por metro cuadrado, mientras que en Guadalajara la cifra desciende a los 887 € por metro cuadrado. Esto significa que el ahorro para el particular podría ser de más de 1.845 euros por metro cuadrado. Y eso, si contamos a Guadalajara -que cosecha uno de los valores de mercado de la vivienda más altos después de Albacete en  Castilla – La Mancha-, ya que la diferencia con otros municipios como Ciudad Real alcanza los 2.043 euros.

  • Para aquellos que cuenten con ahorros, ¿es un buen momento para invertir?

Ya hemos visto durante este verano que las segundas residencias, los entornos rurales y los pueblos con costa sin aglomeraciones han sido los más elegidos por los españoles para pasar las vacaciones. No en vano, el barómetro de junio 2020 del Centro de Investigaciones Sociológicas adelantaba que un 27,8% de las personas que tenían pensado irse de vacaciones durante ese verano lo harían en su segunda residencia. Esto es una señal de que invertir en este tipo de inmuebles en zonas costeras o rurales puede ser un movimiento inteligente, si se cuentan con ahorros, de cara a tenerla como vivienda principal, segunda residencia o para sacar rentabilidad.

  • ¿Qué rentabilidad se puede obtener con una inversión de estas características?

Se trata de una cifra difícil de calcular ya que influyen muchos factores como el tipo de vivienda y las comodidades que ofrezca, su ubicación dentro del municipio y su entorno, pero las rentabilidades medias oscilan en torno al 7% en provincias costeras como Castellón, Tarragona o Almería o de interior como  Guadalajara o Albacete .

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