La morosidad hipotecaria tras la COVID-19: un contratiempo que no alterará la estabilidad del sector financiero

El sector financiero afronta la nueva crisis global derivada por la COVID-19 con la lección aprendida. Al menos, en lo que a hipotecas se refiere, “el análisis de riesgo de las entidades ha dejado de ser tan laxo durante los últimos años”, remarca Vicenç Hernández Reche, CEO de Tecnotramit. Una medida que tiene relación directa con la crisis financiera del 2008, donde la morosidad hipotecaria fue el talón de Aquiles de un gran número de bancos y cajas de ahorros nacionales.

Tras el parón forzado obligado por la pandemia, las entidades financieras están “centrando su atención en la gestión de las moratorias hipotecarias, donde muchas de ellas las están llevando a cabo en condiciones mejores que las establecidas por el Gobierno”, apunta Hernández Reche.

El CEO de Tecnotramit destaca, igualmente, la labor social del sector: “Las entidades son conscientes que se juegan un papel importante en la gestión reputacional de su actividad y se están volcando en ayudar a sus clientes”. Y apunta a que “los intereses ya son muy bajos, con lo que la diferenciación está viniendo de las condiciones de vinculación”.

Recuperación económica, la clave en cuanto a la evolución de los índices de morosidad

La banca, en la actualidad, tras el proceso de saneamiento que está haciendo desde hace años, puede afrontar esta crisis”, asegura David Viladecans Jiménez, director de Asesoría Jurídica de Tecnotramit. Y esta apreciación está relacionada con la evolución del endeudamiento y de las tasas de morosidad.

“Las tasas de mora han bajado considerablemente desde el fin de la crisis de 2013. Así, ese año se habían concedidos créditos hipotecarios para adquisición de vivienda por valor 568.699 millones de euros, mientras que los créditos dudosos ascendían a 32.491 millones de euros (tasa del 5,71%). En cambio, el 2019 acabó con créditos hipotecarios para adquisición de vivienda por 483.473 millones de euros, mientras que los dudosos ascendían a 15.434 (tasa del 3,19%)”, detalla Viladecans Jiménez.

“Ahora bien, es evidente que, si la crisis se cronifica y si no hay una recuperación de la economía, la mora subirá.  Con 1000 euros de paro, que a los 6 meses se reduce, es difícil poder atender los compromisos de pago y además poder pagar los suministros básicos, pagar ropa y comida. Si la gente no recupera trabajo y sueldos, se resentirá todo, en especial el consumo interno, con la consecuente pérdida de tejido empresarial y puestos de trabajo, y ello repercutirá en la mora”, analiza el letrado.

Por tanto, la clavé estará en la recuperación económica y sus tiempos. “Y las medidas paliativas no son más que eso, paliativas. Pero la curación sólo está en la recuperación económica. Y evidentemente la banca se resentirá si no hay una recuperación económica seria en medio plazo. Y hay que ser conscientes que lo peor, en términos económicos, aún está por venir”.

“Las hipotecas fijas tienen mucho atractivo, pero para personas con ingresos altos”

Respecto a la preferencia por el préstamo hipotecario a tipo fijo o variable, Hernández Reche es claro: “No hay una opción mejor que la otra, dependerá de nuestro perfil y tolerancia al riesgo”.

“Actualmente las hipotecas fijas tienen unas condiciones muy atractivas, pero están destinadas a personas con ingresos más altos ya que acostumbran a tener plazos más cortos e intereses más altos por lo que la cuota mensual es más elevada. Además, penalizan más el cambio ya que tienen una comisión de amortización anticipada superior al de una hipoteca variable”, agrega.

Asimismo, la oferta hipotecaria es amplia y, en los últimos años, han entrado en juego empresas autorizadas por Banco de España con capacidad para dar financiación a tipos de interés competitivos.

Soluciones más “imaginativas” para atraer a los jóvenes

Con la vista puesta en el futuro a medio plazo, Hernández Reche prevé que el efecto de la COVID-19 en el mercado hipotecario “irá muy ligado a la evolución de la situación económica, pero se deberán crear soluciones más imaginativas para financiar la vivienda a un segmento de la población joven con poca predisposición a la propiedad y una capacidad de ahorro baja”.

En este sentido, “el universo fintech y proptech está aportando soluciones para que gente sin posibilidad de acceder hoy a una financiación hipotecaria, pero con capacidad potencial de ahorro pueda encontrar una solución para establecer la compra futura de una vivienda”, apunta el dirigente de Tecnotramit.

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