Madrid. 25/03/2014
Durante 2013, en la Comunidad de Madrid ha aumentado el número de robos con fuerza en domicilios un 11% respecto al mismo periodo de 2012, según los últimos datos del Ministerio del Interior. Concretamente, se ha pasado de 14.341 a 15.924 robos en solo un año.
Para reducir estas estadísticas, el Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid (CAFMadrid) colaborará con los Delegados Provinciales de Participación Ciudadana de la Policía en impulsar charlas preventivas en comunidades de propietarios.
“Además de participar en la difusión de la campaña “Mi casa a salvo”, que la Policía pone en marcha por vacaciones y puentes, el CAFMadrid también informará a los locales comerciales de los robos que por el método de butrón se pueden cometer a través de las zonas comunes del edificio colindante”, ha asegurado Ángel Ignacio Mateo, secretario de la institución.
Con el fin de prevenir los robos en las viviendas que se incrementan durante los fines de semana, puentes, como el de Semana Santa, y el periodo estival, y de esta manera extremar la seguridad del resto de residentes en las comunidades de propietarios, el Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid ha elaborado un listado de sencillos consejos.
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Nunca abra la puerta del portal y la de su vivienda a desconocidos, pues no solamente compromete su propia seguridad sino también la del resto de sus vecinos. En este sentido, además de los falsos revisores de gas, cada vez son más los falsos comerciales de telefonía móvil o compañías eléctricas que intentan acceder al inmueble. Y no sólo con el firme propósito de estafar sino también para sacar información de los pisos (personas que habitan la vivienda, edad, distribución de las estancias, etc.).
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Antes de irse de fin de semana, puente o vacaciones, compruebe que todos los servicios de suministros de agua están cortados. De esta manera evitará problemas que puedan afectar al resto de las viviendas del edificio (filtraciones de agua por dejarse un grifo abierto, por ejemplo).
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Al igual que el edificio sigue en pleno rendimiento durante los periodos vacacionales, su vivienda debe dar la impresión de estar habitada. Para ello, se aconseja utilizar temporizadores de luz como señales aparentes de que el piso está ocupado. Las ventanas deben estar cerradas y las persianas no bajadas en su totalidad, pues puede dar pistas al delincuente sobre actividad en el interior de la vivienda.
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Pida a un vecino o al portero o conserje de la finca que recoja, en su ausencia, el correo postal para aparentar que la vivienda está habitada.
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Es recomendable cortar el suministro eléctrico, pues pueden producirse fallos por sobretensiones en la red. No obstante, también es recomendable instalar medidas automáticas (detectores y rociadores) ya que, en caso de un posible incendio, estos aparatos avisan a una central desde donde se encargan de activar el protocolo de actuación. Si bien es cierto que normalmente funcionan con electricidad, también existen detectores a pilas o con alimentación independiente.
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Cada vez son más los pisos que se ponen en alquiler, situación que lleva a un desconocimiento generalizado de las personas que habitan la finca. Por ello es fundamental conocer a todos los vecinos.
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En urbanizaciones de reciente creación, como son las que se encuentran en el extrarradio de las ciudades, tome referencias del conserje o vigilante 24 horas. También de los operarios que, aprovechando el trasiego de personas, se hacen pasar por empleados de empresas de mudanza para obtener información de las comunidades.
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Las comunidades de propietarios que tengan en sus bajos entidades financieras o locales de artículos de lujo deben estar vigilantes a posibles ruidos extraños (taladro o pico), pues uno de los métodos más utilizados por los ladrones es el butrón, realizado a través de los cuartos de limpieza o contadores y salas de calderas del edificio. Los fines de semana, puentes y en horario no comercial es cuando más actúan este tipo de cacos.
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Si reside en un piso bajo, primero o ático extreme la seguridad poniendo verjas o rejas en sus ventanas y puertas, pues son las viviendas a las que primero acceden los ladrones por resultarles más fácil la escapatoria.
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En caso de obras en el edificio, hay que tener en cuentas dos aspectos importantes: si se arregla la fachada utilizando para ello andamios, la comunidad debe tener en cuenta que estos pueden servir de acceso a los delincuentes, por lo que se aconseja poner alarmas o vigilancia. No hay que olvidar que el método del escalo es uno de los más empleados por los “amigos de lo ajeno”. Asimismo, es recomendable que cualquier operario que acceda a la finca esté acompañado por un responsable de la comunidad. Además de ello, cada comunidad debe tener claro quién es la persona encargada de las llaves de acceso a las salas comunitarias.
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Antes de su marcha, deje unas llaves a una persona de confianza del edificio, pues puede ocurrir que en su ausencia se produzca una avería comunitaria, sólo reparable si se accede a la vivienda. También es aconsejable informar al portero, conserje o presidente de la comunidad de un teléfono de contacto.
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Realice un inventario descriptivo y fotográfico de todos los objetos de valor o joyas así como de los electrodomésticos (incluir número de serie de fabricación), para en caso de robo facilitar la mayor información a la Policía.
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La colaboración de los miembros de la comunidad es fundamental, razón por la cual se aconseja a los vecinos que si ven algo extraño o a personas desconocidas merodeando por la finca den aviso a la Policía, pues aunque se trate de una falsa alarma puede ser una pista fiable para completar otra investigación por parte del resto de unidades operativas.
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No divulgue a personas ajenas a su confianza los planes de sus vacaciones; tampoco a través de las redes sociales. Es muy importante vigilar los perfiles que los hijos tienen en dichas redes, pues en ocasiones cuelgan fotos que aportan datos del estatus de sus padres e incluso hacen comentarios de que se encuentran solos.
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Si con todo, encuentra la puerta abierta o una ventana de su vivienda rota nunca acceda a la misma. Acuda al piso de un vecino y llame desde allí a la Policía. No toque nada hasta su llegada.