8 frenos que lastran la descarbonización del parque inmobiliario

Con un parque edificado cercano a los cincuenta años de antigüedad y cerca de 20 de los más de 26 millones de viviendas existentes ineficientes energéticamente, la vivienda se mantiene en el tercer puesto del podio de emisiones contaminantes, sólo por detrás de la industria y los transportes. 

El sector subraya que España debe multiplicar por diez el ritmo de rehabilitaciones, pasando de las 30.000 a las 300.000 y, aunque 2023 se presentó como el escenario del despliegue de los Fondos Next Generation EU, que provocaría ese ansiado boom de rehabilitaciones energéticas, la inflación, la subida en el precio de los materiales y los evidentes retrasos en la concesión de las ayudas por parte de las administraciones hicieron que el sector cerrase por debajo del objetivo marcado. 

En 2024 la incipiente aprobación de la Directiva Europea de Eficiencia (EPBD), tras el acuerdo alcanzado por el Parlamento y Comisión Europea en diciembre, marcará una pauta para todos los estados miembro que, tras su puesta en marcha, deberá trasponerse en los países de la UE.  

¿Cuáles son las tareas que lastran la renovación del parque edificado español? Coincidiendo con el Día Mundial de la Educación Ambiental, que tendrá lugar este 26 de enero con el objetivo de crear una mayor conciencia en la población sobre la necesidad de reparar los daños causados por el hombre al planeta, los especialistas de UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios), entidad especialista en financiación sostenible, han elaborado una guía con 8 retos del sector en 2024. 

1. Sensibilización a los ciudadanos. Roma no se construyó en un día decía el clásico refrán, que también es aplicable al principal reto que administraciones y empresas tienen por delante para alcanzar la neutralidad climática en Europa: el aumento de conciencia entre los ciudadanos.

“Los ciudadanos siguen sin ser conscientes del beneficio directo que la rehabilitación energética genera sus viviendas, especialmente cuando esas actuaciones se realizan a nivel de edificio. Faltan campañas estatales, vecinos motivados y mucha más sensibilización a los ciudadanos. Me atrevo a afirmar que el Ministerio de Vivienda podría impulsar un Think Tank con los agentes del sector trabajando en la misma dirección para abordar este problema”, afirma Cátia Alves, directora de Sostenibilidad y Rehabilitación en UCIque añade: “los planes de la Unión Europea son ambiciosos, pero nuestro parque inmobiliario aún está lejos de los objetivos y es necesario concienciar más allá de la simple transmisión de conocimientos, sino buscando impulsar un cambio de actitud”.

2. Agilidad de las administraciones en la concesión de las ayudas solicitadas. Aunque las administraciones empiezan a tomar velocidad de crucero gracias al despliegue de las oficinas de rehabilitación, desde UCI consideran que existe un claro gap entre las solicitudes de concesión de fondos y las resoluciones tomadas por las administraciones debido al gran componente técnico de este tipo de actuaciones. “En la actualidad muchas Comunidades de Propietarios están pendientes de la concesión de estas ayudas para decidirse a ejecutar una rehabilitación que mejore la eficiencia energética de su edificio, lo que provoca un parón en el mercado que afecta a empresas, agentes rehabilitadores, entidades financieras y demás intervinientes en la cadena”, afirma Ricardo Pingarrón, responsable de operaciones de Rehabilitación en la entidad financiera.

3. Plazos ajustados hasta 2026. En relación con la necesidad de agilizar la concesión de subvenciones por parte de las administraciones, desde UCI aseguran que el tiempo de madurez de este tipo de actuaciones juega en contra. No hay mucho tiempo para aprovechar las ayudas concedidas, cuyas obras deben estar finalizadas en 2026, pero estas actuaciones habitualmente tienen plazos de maduración que van de los tres a los seis meses, pues las comunidades de vecinos han de solicitar informes, evaluar la financiación de las obras y consensuar las decisiones mediante reuniones de la comunidad”.

4. Verdes en personal y en competencias de sostenibilidad. Se estima que la transición verde creará hasta 2,5 millones de puestos de trabajo en Europa y cerca de 400.000 nuevos empleos relacionados con la sostenibilidad en nuestro país. Sin embargo, según el estudio Green Jobs: Tendencias de negocio y empleo sostenible, publicado por la consultora Manpower Group, un 94% de las compañías no encuentra personal para abordar la economía verde, desde expertos en renovables hasta técnicos de análisis en riesgo verde en el sector financiero. 

A estos perfiles, también se suma la falta de mano de obra en la construcción y la necesidad de perfiles cualificados y especializados en nuevos materiales y técnicas aplicadas en la rehabilitación energética. La falta de mano de obra y que los jóvenes no muestren demasiado interés en trabajar en el sector provoca un problema de capacidad industrial, pues no existen tantas empresas que puedan realizar con garantía estas obras”, afirma Pingarrón.

5. El autoconsumo, como las hipotecas, también depende del BCE. Según un informe del consejo europeo de energías renovables (EREC), el 50% de la energía mundial procederá de fuentes renovables como la eólica o fotovoltaica en 2040. Si bien España superó a Alemania como el mayor productor de energía fotovoltaica de la UE y el sector es un potencial creador de riqueza y empleo para España, asi como para reducir las emisiones de los hogares, el ritmo de instalaciones de autoconsumo cayó cerca de un 30% en 2023 debido a la inflación y la subida de tipos. “La moderación de los tipos hacia la segunda mitad del año, unido al fin de la excepción ibérica y al aumento del IVA en los precios de la luz podría ser el revulsivo necesario para recuperar la caída del año pasado”, asegura la directora de Sostenibilidad de UCI.

6. Diversificación de las fuentes de financiación involucrando a administraciones y empresas. Aunque los fondos NGEU son una oportunidad histórica para la mejora de nuestro parque edificado, solo cubren el 80% del coste de estas mejoras, por lo que es necesario implicar a las entidades financieras en el proceso para impulsar una colaboración público-privada verdaderamente eficiente.

7.  Apoyo decidido y estímulos por parte de la administración. Los ciudadanos continuarán beneficiándose de deducciones en el IRPF obras de rehabilitación que mejoren la eficiencia energética de sus viviendas hasta diciembre de 2024, pero aún caben medidas similares a las existentes en los coches eléctricos “como la bonificación en el IBI y otros tributos en barrios o edificios descarbonizados de las ciudades”, afirma Ricardo Pingarrón.

8. Innovación tecnológica, búsqueda y aplicación de tecnologías innovadoras. Las nuevas construcciones pueden presumir de la innovación constante a través de nuevos métodos que requieren un menor consumo energético, como la construcción industrializada o la fabricación modular. Sin embargo, la directora de Sostenibilidad y Rehabilitación de UCI apunta a que “la innovación e industrialización para agilizar procesos en materia de rehabilitación energética son un nicho por explorar y para el que también se necesita financiación”.

“En España vivimos en altura. Somos el segundo país con más bloques de viviendas por lo que todas las expectativas están puestas en la sensibilización ciudadana, en la agilidad de las administraciones y en la llegada de la ansiada EPBD y lo laxa o exigente que sea su trasposición en nuestro país”, afirma Cátia Alves.

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