En un contexto inflacionista como el actual, el sector inmobiliario atraviesa un periodo de cambios marcado por las políticas monetarias impulsadas por el Banco Central Europeo (BCE). Si bien sus efectos más visibles están presentes en los préstamos hipotecarios a tipo variable, el mercado del alquiler también se está viendo afectado, según advierten desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de España.
“Una de las tendencias sociales que más está destacando en este periodo de transformación del sector inmobiliario es la aparición de un perfil de inversor que compra viviendas y las reforma para ofrecerlas en alquiler, incluso por habitaciones. Y es que el arrendamiento de habitaciones de calidad ha aparecido como alternativa al alquiler tradicional debido a la subida generalizada de los precios de alquiler en toda España”, afirma Francisco Nomdedeu, vocal del Consejo General de los COAPI de España y presidente del COAPI de Castellón.
Nuevos modelos de alquiler compartido
Dada esta coyuntura, y teniendo presente que la subida del precio medio del alquiler en España, tanto de pisos completos como de habitaciones, es una tendencia que se prolongará durante los últimos meses del año, el experto hace hincapié en el incremento de nuevas “agrupaciones de convivencia” en el país para reducir gastos.
“Junto al grupo familiar tradicional y las familias monoparentales de personas solteras o jóvenes emancipados se ven cada vez más otras agrupaciones de convivencia”, detalla Nomdedeu. Destacan aquí tanto matrimonios o parejas de amigos como jóvenes recién llegados al país que optan por compartir pisos de alquiler para reducir sus gastos.
Del mismo modo, aparecen también “viviendas-oficina” de gran tamaño habilitadas para vivir y con zonas comunes y “gente mayor que decide ceder parcialmente sus viviendas a jóvenes a cambio de compañía y vigilancia”. Todos estos modelos existían ya, en mayor o menor medida, en las grandes ciudades. Sin embargo, en el contexto macroeconómico actual y el encarecimiento de los precios, se han extendido ya al resto de ciudades de provincia.
“A la luz de estos problemas de acceso a la vivienda queda claro que debemos seguir trabajando para promover más la construcción o adquisición de vivienda social por parte de las administraciones, así como regular bien la normativa antidesahucios y filtrar bien su aplicación y gestión para proteger bien a las familias realmente necesitadas y no a otros grupos sociales que generan más ruido mediático”, concluye Francisco Nomdedeu.