El 2023 va a ser un año de ajuste en el sector inmobiliario español. Los efectos de la inflación en el encarecimiento de la vida y del acceso a la financiación van a tener una influencia directa en el número de compraventas y en el precio de la vivienda. La subida de los tipos de interés ya ha provocado una caída de la demanda inmobiliaria para la compra de residencias que se irá trasladando paulatinamente a los precios.
Y es que, dado que la evolución de los precios es inelástica, hacen falta al menos un par trimestres para que el ajuste en las ventas se vea reflejado en los precios. La caída de las operaciones debido a la inflación empezó a mediados de 2022, por lo que la bajada de precios se está empezando a producir ahora. Así lo indican los últimos datos registrados por la red inmobiliaria nacional donpiso durante las primeras semanas del año.
Emiliano Bermúdez, subdirector general de la compañía, lo tiene claro: “El Euríbor seguirá subiendo durante el año y llegará a superar el 4%”. Y es que el índice de referencia de la gran mayoría de hipotecas variables en España es en estos momentos del 3,4% cuando hace sólo un año estaba en negativo. Además, según el experto, “las entidades financieras se van a mostrar más cautelosas en sus estudios de solvencia a la hora de conceder hipotecas debido al empobrecimiento generalizado de la población debido al aumento de precios y la estabilidad de los salarios”.
En este contexto, las hipotecas fijas también han subido de manera exponencial durante los últimos meses pasando del 1,5% al 3,5% de interés en apenas un año, razón por la que los bancos están recuperando parte del terreno perdido en el periodo en el que el acceso a la financiación era sumamente barato debido a un Euribor en tasas negativas.
Las claves del 2023: la guerra, los fondos Next Generation y los precios
Respecto a los próximos meses, desde donpiso advierten que el devenir de la inflación va a estar ligado a la guerra de Ucrania. “Si el conflicto bélico se solventa y se produce un abaratamiento de la energía y de las materias primas, la situación puede volver a una cierta normalidad, con un Euríbor en tasas positivas pero estabilizadas”, afirma Bermúdez.
Según las previsiones de la organización, el 2023 será un año bisagra en el que la gestión de los fondos europeos Next Generation será determinante para el sector inmobiliario. “Si los fondos llegan a la economía productiva pueden ayudar a contrarrestar los efectos de la crisis de la guerra. No obstante, por el momento sólo ha llegado a usarse alrededor del 10% del total del dinero recibido desde Bruselas, según datos de la CEOE. Estamos a la cola de Europa”, lamenta el subdirector general de donpiso.
En el análisis territorial, San Sebastián, Barcelona, Madrid, Palma, Bilbao, Málaga, Sevilla, Valencia y Zaragoza son, por este orden, las capitales españolas con un mercado más recalentado por la subida de los precios, la pérdida de poder adquisitivo de la demanda, la congelación de los salarios y la subida de tipos. “En estas grandes ciudades el mercado sufrirá más el ajuste mientras en las capitales de provincia por debajo de los 300.000 habitantes no se notará tanto”, subraya Bermúdez.